6 de noviembre de 2009

Proponen plan nacional de aprovechamiento del bambú: Jiménez Merino

Ignacio Arellano Mora

Con el fin de aprovechar al bambú para revertir el deterioro ambiental, desarrollar vivienda e impulsar el desarrollo de empresas rurales, el líder del sector agrario del PRI, Alberto Jiménez Merino, planteó un programa integral de coordinación de instancias federales, para desarrollar y fortalecer, a nivel nacional, la cadena productiva del esta planta, aún desaprovechada en nuestro país.

Desde la tribuna de San Lázaro, el ex titular de la Secretaría de Desarrollo Rural del Estado de Puebla planteó la urgencia de que se reconozcan al bambú como un cultivo estratégico de las regiones tropicales, para que reciba apoyo por parte de las secretarías de la entidad, y se promueva un programa nacional de fomento.

Aseguró que el bambú, considerado como el acero vegetal, tiene más de cuatro mil usos documentados en el mundo, entre los que destacan la construcción de vivienda digna a bajo costo, con ahorro de más de 40 por ciento en relación con materiales tradicionales.

“Más de mil millones de personas en el mundo viven en casas de bambú y por sus usos es un negocio de 7 mil millones de dólares anuales…”. Incluso, aseguró que las “construcciones de bambú en Costa Rica en 1991 resistieron un terremoto de 7.7 grados sin una sola grieta, cuando las demás obras se cayeron”.

Aunque el nuestro país aún no se ha aprovechado suficientemente, ya hoteles de bambú en Cuetzalan, Puebla y Huatusco, Veracruz.

“Puebla es pionero en incluir al bambú, el más grande de los pastos del mundo, como programa oficial en el año 2001”, recordó.

El también ex rector de la Universidad Autónoma Chapingo comentó que aún hacen falta en nuestro país dos millones de casas nuevas y cerca de cuatro millones necesitan algún grado de reparación, lo que hace urgente el aprovechamiento del acero vegetal para construir hogares.

DETERIORO AMBIENTAL

Jiménez Merino describió que el bambú es el mejor retenedor de suelo y agua, pues puede utilizarse como una barrera para evitar la devastadora erosión de las laderas en las partes altas de las cuencas y es el mejor protector de las tierras ubicadas a la orilla de barrancas y ríos.

En nuestro país, agregó desde la tribuna de San Lázaro, “la erosión del suelo afecta a 120 millones de hectáreas; cada año se pierden 2 mil 500 kilogramos de suelo por hectárea, lo que representa más de 500 millones de toneladas de tierra fértil que se van por las barrancas, arroyos y ríos y que reducen drásticamente la capacidad productiva de la tierra”.

En el rubro de detención del agua, expuso Jiménez Merino, el bambú es un eficiente auxiliar para combatir la pérdida del vital líquido, que se da a gran velocidad: “en 1950 teníamos 11 mil metros cúbicos de agua por año por cada mexicano y hoy esta cifra es de 4 mil 800, previéndose una reducción hacia el año 2030 a tan sólo 3 mil 500 metros cúbicos”.

PRODUCCIÓN EN MÉXICO

Dijo que, aunque hace falta desarrollar y fortalecer la cadena productiva del bambú, hay importantes esfuerzos para fomentar su cultivo y aprovechamiento: en Huatusco, Veracruz, Rafael Guillaumín lleva más de 20 años impulsando esta planta a través de Bambuver; la comunidad de Monte Blanco, Veracruz, vive del bambú.

La Unión de Productores de Bambú, el Consejo Estatal del Bambú de Puebla y la Organización Tosepan de Cuetzalan, han promovido con el apoyo del Gobierno del Estado de Puebla, en casi 2 mil hectáreas de este cultivo y se han desarrollado dos centros de procesamiento de la vara.

“Tosepan construyó en el año 2008 el primer hotel de bambú en Cuetzalan, Puebla. Bambuver hizo en Huatusco, Veracruz, un hotel de bambú en el año de 2002. El Grupo Pulsar en Chiapas ha desarrollado el proyecto más grande que existe en México con 300 hectáreas. En el 2000 se estableció en la Colonia Morelos, Tenampulco la primera barrera de protección de 2 kilómetros contra las avenidas del Río Apulco”, acotó.

COORDINACIÓN FEDERAL

En este sentido, pidió que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) reconozca al bambú como un cultivo estratégico de las regiones tropicales, dentro de sus programas de apoyo y promueva un programa nacional de fomento.

Asimismo, que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional del Agua (CNA) y Comisión Nacional Forestal (Conafor) “dispongan lo conducente para fortalecer programas de reforestación productiva y de protección al suelo y agua en las cuencas, especialmente en las orillas de ríos, barrancas y laderas con problemas de erosión, priorizando su incorporación al manejo de cuencas”.

En el terreno de la utilización del bambú para vivienda, solicitó a los organismos promotores de vivienda, que integren “este importante material en su desarrollo inmobiliario y que la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), que incorpore esta opción a los programas de vivienda, piso y techo digno”.

En su punto de acuerdo, Jiménez Merino planteó la necesidad de un planteamiento integral sobre el aprovechamiento del bambú, por lo que solicitó la coordinación de esfuerzos de distintas instancias:

“Que los organismos financieros establezcan los mecanismos para acceder a apoyos y financiamientos ágiles y oportunos; que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), actualice, desarrollo o fortalezca la investigación que permita resolver los problemas y necesidades tecnológicas; que los estados y municipios identifiquen y destinen apoyos económicos y, considerar al bambú entre las opciones para revertir el deterioro ambiental, cambio climático, desarrollo económico y social de las comunidades; y que la SEP y SS incorporen al bambú en la construcción de escuelas y centro de salud para reducir y apoyar el desarrollo de la cadena productiva”.

No hay comentarios: