Ignacio Arellano Mora
El integrante de la Comisión de Economía, Ramón Jiménez López, del PRD, reveló que desde 1982 al 2009 el salario mínimo alcanzó una pérdida del poder adquisitivo de 82.17 por ciento, de acuerdo con el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por lo que es necesario un incremento salarial mínimo del 6.5 por ciento para el 2010.
Jiménez López aseguró que “a partir de 1982 a la fecha, con gobiernos priistas y panistas, la pérdida acumulada del salario mínimo alcanza un 82.17 por ciento. Para el año siguiente, proponemos, el 6.5 por ciento para que incluya el cuatro por ciento estimado de inflación, más un dos por ciento adicional”.
Por lo anterior, el legislador del PRD recordó el punto de acuerdo que presentó ante el Pleno de la Cámara de Diputados, para fijar un aumento salarial mínimo de por lo menos el 6.5 por ciento para el 2010, con el objetivo de “buscar el bienestar de los ciudadanos que viven de su trabajo”.
También, Ramón Jiménez comentó que desde que el Partido Acción Nacional (PAN) adquirió la presidencia del país, ha planteado incrementos salariales del tres al cuatro por ciento únicamente; sin embargo, esa variable porcentual sería consumida por la inflación, la cual se estima que incremente en un cuatro por ciento para el 2010.
“El PAN han mantenido la tendencia de que el promedio de incremento al salario mínimo es del tres al cuatro por ciento, eso simplemente se lo llevaría la inflación y no habría aumento salarial real, por eso proponemos que sea del 6.5 por ciento dicho incremento”, argumentó.
Subrayó que es indispensable un incremento justo a los salarios mínimos, ya que el desempleo sigue aumentando de manera “desenfrenada”, pues la tasa de desempleo a septiembre de este año es del 6.44 por ciento, es decir, un total de 2 millones 930 mil personas sin trabajo.
Además, el legislador destacó que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CNSM) debe desaparecer, ya que como es un órgano tripartita, es decir, la posición del gobierno federal va a influir, el sector obrero queda en desventaja.
En ese sentido, propuso que la Cámara de Diputados sea la encargada de crear un grupo de trabajo para elaborar las reformas necesarias, a fin de que sean los legisladores quienes determinen los incrementos a los salarios mínimos.
“Cada vez es más sentido el reclamo de que los aumentos a los salarios mínimos sean fijados por esta honorable Cámara de Diputados, en virtud de ser factor esencial para la economía nacional y la justicia social”, agregó.
Explicó que así como el Palacio Legislativo de San Lázaro fija el precio del barril de petróleo estimado para el año próximo, los diputados ahora deberán precisar el incremento a los salarios mínimos. “Podría ser un grupo de trabajo, pero también podría ser una subcomisión de la Comisión de Trabajo y Previsión Social”.
Ramón Jiménez López detalló que para hacer una realidad dicha situación, debe existir sensibilidad por parte de los distintos grupos parlamentarios con el sector trabajador del país.
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