Ignacio Arellano Mora
En los últimos cinco años, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) desarrolló 745 paquetes tecnológicos para el mejoramiento de la productividad agrícola, ganadera y forestal; asimismo, se desarrollaron variedades de granos y frutas más resistentes a plagas y enfermedades.
De este total de tecnologías, el 68 por ciento corresponden al sector agrícola, 17 por ciento al pecuario, 12 por ciento al forestal y el tres por ciento restantes a otros sectores relacionados con la producción de alimentos.
Estas tecnologías desarrolladas por el organismo fueron orientadas para mejorar los sistemas de fertilización orgánica, control biológico de plagas, reconversión productiva de cultivos, reducción de la contaminación ambiental, manejo sustentable de recursos naturales, control de incendios forestales y manejo de cuencas hidrológicas.
Así lo informó este organismo, al destacar que estos paquetes tecnológicos que lleva a cabo, a través de sus diversos centros de investigación, atienden a problemas tales como la seguridad alimentaria, el incremento de la competitividad de las cadenas agroindustriales y el uso eficiente de los recursos naturales.
Es menester destacar que para que una tecnología sea liberada, se somete a un proceso de validación y transferencia, el cual se realiza en coparticipación con los usuarios que pueden ser agricultores, ganaderos o silvicultores, asegurando de esta manera la viabilidad de la tecnología en las condiciones sociales, económicas y ambientales del lugar donde será aplicada.
Otros proyectos están orientados a mejorar la sanidad vegetal y animal, producción de forrajes, inocuidad alimentaria y para la industrialización de productos agropecuarios. La idea es contribuir a la salud de la población con la disponibilidad de productos alimenticios sanos e inocuos.
Entre las principales innovaciones tecnológicas aportadas por el INIFAP, destacan la generación de 137 genotipos mejorados en cultivos como maíz, frijol, trigo, arroz, papa, soya, chile, ajo, cebolla, cártamo, garbanzo, jamaica, girasol, avena y cebada. También se obtuvieron variedades de frutales como durazno, olivo, manzana, tuna, plátano, papaya, naranja, mandarina y piña. En especies industriales, se obtuvieron clones de hule y cacao y mejores variedades de caña y café.
Estas nuevas variedades de granos y frutas, tendrán un fuerte impacto en el medio rural, ya que están enfocadas al uso eficiente del suelo y el agua, conservación de ecosistemas y para el desarrollo y aprovechamiento sustentable del bosque.
Con respecto a los materiales registrados en el Catálogo Nacional de Variedades Vegetales (CNVV), el INIFAP registró en el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) 117 nuevos genotipos de 24 diferentes especies cultivadas.
A partir del 2007, se observó un incremento en el registro de nuevos genotipos en el CNVV, de un promedio de 14 nuevos materiales por año en el período de 2004-2006, se aumentó a 24 nuevos materiales en 2007 y 31 nuevos materiales en 2008; en este año se tiene un avance de 17 materiales registrados al 31 de agosto pasado.
Los estados que se localizan en el noroeste de México resultaron beneficiados con el desarrollo de la tecnología denominada Kronstad F2004. Se trata de una variedad de trigo harinero resistente a las plagas: roya de la hoja y lineal amarilla.
Esta investigación permite a los productores obtener un buen rendimiento en comparación con variedades de uso regional, ya que tiene un buen comportamiento para las zonas de riego de los estados de Sonora, Sinaloa, Baja California y Baja California Sur.
Otra tecnología desarrollada es la variedad de maíz híbrido H-562, tolerante a enfermedades foliares, con lo cual el rendimiento por hectárea aumenta entre 15 y 25 por ciento en zonas de temporal; en condiciones favorables de suelo, humedad y buen manejo, puede llegar a tener un rendimiento de 10 toneladas por hectárea, destacó el INIFAP.
Este híbrido se transfirió a más de 200 productores del estado de Guerrero. En 2008, cuatro microempresas adquirieron semilla registrada de los progenitores de este híbrido para establecer 16 hectáreas de producción en categoría certificada para sembrar dos mil hectáreas a nivel comercial.
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