23 de noviembre de 2009

Demandan legisladores solidaridad con damnificados por desastres naturales

Aurora Cordero Pérez

El frente Nacional de Legisladores del Sector Rural consideró imperativo apoyar sin ninguna excusa a los más de un cuarto de millón de campesinos que han visto inundadas sus siembras y muertas por miles sus cabezas de ganado, a causa de las lluvias que azotaron el Estado de Tabasco.

A través de la diputada Narcedalia Ramírez Pineda, el Frente legislativo se pronunció también porque la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados acuerde crear la Comisión de Protección Civil o, en su caso, la integración de un grupo plural que tenga la encomienda de atender y evaluar las acciones del gobierno federal en las comunidades rurales o regiones dañadas por los desastres naturales.

“Durante las últimas semanas vastas regiones de nuestro país han sido afectadas por los fenómenos de la naturaleza. Ciclones y tormentas tropicales han propiciado la inundación de decenas de comunidades rurales con severidad, pero también centros de población urbanos, golpeando la economía, una vez más, de los más pobres y vulnerables, poniendo además en evidencia la frágil, insuficiente o deteriorada infraestructura de nuestros sistemas o redes de drenaje pluvial”, sostuvo la legisladora durante una reunión de trabajo.

Tras de reconocer la labor de auxilio que realiza en estos casos el Ejército Mexicano, la representante en San Lázaro de la bancada cenecista afirmó falta impulsar la organización de las comunidades rurales y dotarlas de su atlas de riesgos para ir perfeccionando las políticas de prevención en los tres niveles.

“Bien sabemos que los presupuestos, tanto del Fonden como del PAC, son sumamente limitados para enfrentar la magnitud de los desastres, pues además de 250 comunidades dañadas hoy en Tabasco y Veracruz, existen todavía zonas en nuestro país azotadas por inundaciones, sequías, incendios y huracanes que están esperando los apoyos que debieron de haber recibido desde hace muchos años”, denunció.

Asimismo, agregó que aun cuando las reglas de operación son un poco más ágiles y sobre todo la ayuda de la sociedad civil nacional e internacional es incuantificable, hace falta una presencia solidaria más creciente de nuestra representación popular, para que ninguna comunidad o sector de la población que requiere con urgencia una gestión más ágil y expedita sienta la soledad y el abandono.

Para la diputada del sector rural, el cambio climático es el principal problema de nuestro tiempo. Las inundaciones y la agobiante sequía que ha afectado al país no son ajenas a estos fenómenos, propiciados en parte, acusó, por la conducta suicida de los hombres al deforestar sin freno, contaminar los ríos, degradar los ecosistemas y planear mal las obras de infraestructura.

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