Aurora Cordero Pérez
Los trastornos mentales se deben abordar con una perspectiva humanista, teniendo como premisa la necesidad de comprender a quienes los padecen con una mirada integral que abrace a sus emociones y los procesos, procurando en todo momento a sus derechos fundamentales, subrayó el legislador federal Carlos Ramírez Marín.
El 28.3 por ciento de los mexicanos padece alguna enfermedad mental, por ello, resulta inaplazable establecer los principios básicos y los niveles de cuidado en los servicios de salud, regular las condiciones de vida en las instituciones de salud mental y garantizar el consentimiento del paciente para el tratamiento y el régimen de internamiento, afirmó el diputado Jorge Carlos Ramírez Marín.
El vicecoordinador del Grupo Parlamentario del PRI indicó que a través de la iniciativa que presentó para la creación de la Ley General de Salud Mental, busca establecer la definición de salud mental; garantizar el derecho a ella para todas las personas y los derechos fundamentales de los enfermos y familiares, así como asegurar la mejor atención disponible en el tratamiento, recuperación y rehabilitación.
Asimismo, destacó la necesidad de exigir la certificación de instituciones y profesionales de la salud psicoemocional, partiendo del reconocimiento de las bondades que los diferentes métodos y corrientes pueden aportar, pero en la idea de garantizar a la sociedad que recibirá siempre servicios profesionales y de calidad, ya sean públicos o privados.
Ramírez Marín subrayó que las enfermedades mentales representan la quinta causa de muerte en México, y que cuatro de los diez males más discapacitantes son neuropsiquiátricos: esquizofrenia, depresión, obsesión y alcoholismo, por lo que en la propuesta se incluyen también los trastornos mentales alimentarios y de conducta, así como de imagen corporal y adicciones.
“Hoy los trastornos mentales ocasionan, además de altos costos económicos, un importante impacto social, familiar, emocional y personal por el rechazo social, discriminación y falta de oportunidades de trabajo para las personas afectadas”, apuntó Ramírez Marín.
El legislador yucateco informó que con base en los datos de la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica, se estima que en México los trastornos neuropsiquiátricos ocupan el quinto lugar como carga de enfermedad.
El suicidio es la tercera causa de muerte de las personas de entre 15 y 29 años de edad; el alcoholismo afecta a 4.2 millones de individuos y se relaciona con el 9 por ciento de las cusas de mortalidad general, sobre todo por accidentes, cirrosis hepática y violencia intrafamiliar, dijo.
El consumo de drogas ilegales en la población entre 12 y 65 años aumentó de 4.6 por ciento en 2002 a 5.2 por ciento en 2008; en el mismo periodo el consumo de estas drogas por parte de mujeres se duplicó, igual que el consumo de la cocaína, pasando de 1.2 a 2.4 por ciento; la marihuana pasó de 3.5 a 4.2 por ciento y en el caso del crack y las metanfetaminas el aumento se multiplicó por seis, reveló.
En este sentido, aseguró el diputado del Partido Revolucionario Institucional, para salvar los escollos que a pesar de los avances todavía presenta el tema de salud mental en México, deben establecerse los criterios básicos para emitir diagnósticos, regular el tratamiento y el tipo de atención desde el mandato de la ley.
Ramírez Marín convocó a los legisladores a asumir la responsabilidad de impulsar este proyecto, el cual resulta imprescindible para la vida contemporánea del país, a fin de encarar con realismo la dinámica de las nuevas generaciones, al tiempo que llenará el vacío jurídico que existe en la materia.
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