Ignacio Arellano Mora
Los priistas pensamos en México, y estamos de cara y de frente a la nación, no tenemos de que avergonzarnos. Trabajamos en congruencia para que nuestro país siga siendo una nación de leyes, señaló el legislador David Penchyna, secretario de la Comisión de Hacienda, tras mencionar que una vez más el PRI privilegió el fortalecimiento de la gobernabilidad democrática de la nación y el desarrollo con justicia social, por encima de los conflictos que permanentemente debilitan y desprestigian a las instituciones.
Al hablar sobre la aprobación de la Ley de Ingresos para el 2010, el diputado hidalguense manifestó que los del Revolucionario Institucional “asumimos la tarea de legislar sobre las bases de pensar en México por encima de las agendas de los partidos”.
El diputado federal priista subrayó que el PRI se pronunció por disminuir la carga impositiva, para no gravar a los que menos tienen y ahora “nos comprometemos, en congruencia, para modificar el Presupuesto de Egresos de la Federación para aspirar a crecer, para tener un país en marcha, para que México no se acabe, por aquellos que proponen nada y hacen mucho ruido”.
En el Revolucionario Institucional exteriorizamos nuestro debate interno, respetamos las diferentes opiniones, pero trabajamos en congruencia con nuestros documentos básicos, de no incrementar IVA en alimentos y medicinas. Una vez más el PRI contribuye con una visión de futuro, al desarrollo integral de México y no a la profundización de los rezagos.
El legislador reconoció la actitud del priismo para rechazar de manera firme y contundente el 2 por ciento al consumo en alimentos y medicinas, y manifestó que en ese tema se logró un amplio y sólido acuerdo interno, para así echar abajo la pretensión del Gobierno Federal de imponer un nuevo gravamen al consumo de todos los bienes y los servicios.
Expuso que “la llamada contribución contra la pobreza, al generalizar un impuesto al consumo del 2 por ciento y castigar artículos de primera necesidad, hubiera repercutido negativamente en la población de menores ingresos, y por lo tanto causado mayor daño a los más pobres, en lugar de beneficiarlos”.
Enseguida, David Penchyna enfatizó que “el PRI rechazó este impuesto, acorde al mandato de sus documentos básicos y al compromiso empeñado con la sociedad, y resaltó que el PRI el que en su definición de impuestos, lejos de un desfase falso y de un argumento populista, pensó en la conducción de la nación. “Rechazó, sí, el 2 por ciento, y aceptó un impuesto sin afectar alimentos y medicinas y sin violar nuestra propuesta electoral”.
“Se recibió una propuesta de reforma fiscal que es paradigma de la contradicción, porque nunca partió de diagnósticos ciertos y sí de deslices declarativos como los famosos catarritos. En suma, una propuesta de reforma fiscal que provenía de un gobierno de pocas realizaciones, que había permitido el dispendio, los excesos y los subejercicios, como la regla permanente de su actuación”, concluyó el legislador priista.
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