27 de octubre de 2009

2010, más impuestos

Ignacio Arellano Mora

Sin la Roqueseñal -¿se acuerda?- el PRI, de nueva cuenta, mandará el Impuesto del Valor Agregado (IVA) para arriba.

En marzo de 1995 lo subió de 10 a 15%; ahora, para 2010, lo incrementará en un solo punto.

Es decir, de cada 100 que gastemos en un producto o servicio, vamos a pagar, por concepto de IVA, en lugar de 15 pesos, 16.

Medicinas y alimentos quedarán a salvo de gravámenes... gracias a la presión priísta.

En la frontera el IVA subirá de 10 a 11%.

Hace 15 años, el país pasaba por la peor crisis que había vivido hasta entonces, secuela de lo que se llamó “el error de diciembre” y en la crisis de ahora, ese puntito es la negociación final del 2% que el presidente Calderón propuso como “impuesto” para combatir la pobreza.

Ahí, agazapado en el IVA, va la mitad de lo pedido por el señor de Los Pinos, aceptando, claro, que los 237 diputados del PRI, con ello, terminaron por enterrar el propuesto dos por ciento para el consumo generalizado de bienes y servicios.

Habrá para el año entrante un incremento al ISR de 28 a 30, a partir de seis mil pesos lo que, incuestionablemente, pegará a la economía de más de 12 millones de trabajadores que se alejarán más del sueño de integrarse a la clase media baja.

Aumentar más impuestos ha sido la solución simplista. Nada de aumentar la base de contribuyentes, aunque se hable de reformas al Código Fiscal “por amplio consenso”. Los 18 millones que se mueven en la economía informal, seguirán ahí, aun cuando el candado en depósitos bancarios bajen a 15 mil pesos con un impuesto de 3% (era del 2%).

Hay más de lo mismo, con mayores impuestos.

Un paquete económico que está pasando mochado con la anuencia de los diputados que los hicieron real en la plenaria que celebró en San Lázaro, lo aprobaron en el último minuto Esto aconteció en la madrugada del miércoles.

Como sea, es difícil aceptar que el PRI que gana elecciones, no deje ver su fuerza a la hora de negociar los tributos que el pueblo, por obligación, tiene que pagar.

Arrasó el tricolor al PAN en Coahuila y al PRD en Tabasco, apenas el domingo en que cerró el año electoral con comicios locales en ambas entidades.

Lo de los impuestos parece otro bolero. A nadie le gusta sufragar gravámenes, por más que se argumente que México recauda 4.2 del PIB en impuestos al consumo de entre los países de la OCDE, 2.6% alejado del promedio que es de 6.8 por ciento.

En América Latina está entre los tres últimos lugares al captar 3.9% del Producto Interno Bruto. Uruguay está en primer sitio con 13% y Chile presume recaudar el 18.

Pero los padres conscriptos del PRI y el PAN aprobaron un “paquete fiscal” a medias, sin atorarle a meter a los millones de informarles al Registro Federal de Causantes. A todos les parece que con los 14 millones que tienen cautivos el Servicio de Administración Tributaria (SAT), es suficiente. Ahí veremos. Con las migajas por recaudar, seguirá aumentando la pobreza... más si en lugar de empleos, el gobierno sigue regalando “becas” de subsistencia.

“Paquete más difícil de los últimos 50 años”, lo designó el diputado priísta David Penchyna, porque nunca se habían perdido 800 mil empleos en un año ni desplomado el crecimiento en más de un ocho por ciento, como este 2009. Nuevo Frankestein, no hay duda.

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