Aurora Cordero Pérez
Los grandes adelantos tecnológicos en salud han permitido la supervivencia de bebés prematuros, con 34 semanas o menos de gestación y muy bajo peso al nacer, sin embargo, pueden existir secuelas como retinopatía del prematuro, que se corrigen si se detectan a tiempo.
Marco A. Ramírez Ortiz, médico Adscrito al Servicio de Oftalmología del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, explicó que en este tipo de retinopatía el tejido vascular de la retina tiene un desarrollo anormal que puede causar su desprendimiento y la pérdida de la vista.
Se presenta sobre todo en bebés de menos de un kilo y medio de peso y constituye la principal causa de ceguera en recién nacidos prematuros, en quienes se calcula que entre 800 y mil quedan ciegos cada año por una detección tardía o falta de atención oportuna.
Lo anterior, debido a la complejidad en el cuidado de estos pacientes en instituciones especializadas que cuenten con médicos neonatólogos y oftalmólogos pediatras que corrigen el problema y evitan la ceguera.
Los recién nacidos también pueden presentar problemas serios de la vista o ceguera por enfermedades o malformaciones congénitas: Alteraciones en el Nervio Óptico, Microftalmos –desarrollo deficiente del ojo-, Glaucoma, Cataratas y Retinoblastoma.
Este último es un tipo de cáncer que afecta a entre 100 y 120 menores cada año, principalmente antes de cumplir los dos años de edad.
De no ser detectado a tiempo, puede significar la pérdida de la vista, de uno o ambos ojos e, inclusive, la muerte.
El especialista dijo que desafortunadamente es muy difícil que los padres las detecten, sino hasta que se encuentran en estados muy avanzados y es imposible revertirlos.
Por ello, es fundamental que el médico de primer contacto revise desde el nacimiento -y el pediatra en las consultas subsecuentes- posibles alteraciones en los ojos del bebé, para que ante la sospecha de algún problema, se remita a un oftalmólogo.
En este sentido, el Hospital Infantil de México “Federico Gómez” cuenta con dos de los más exitosos programas nacionales para la atención al neonato con Retinopatía y para niños con Retinoblastoma, además de oftalmólogos pediatras de excelencia y equipo tecnológico de vanguardia para la atención e investigación de los principales problemas de la vista que afectan a la población mexicana.
Marco A. Ramírez Ortiz subrayó que algunas de estas enfermedades de la vista es posible prevenirlas con la ingesta de ácido fólico por parte de las mujeres antes y durante el embarazo.
Incluso, durante la etapa de gestación es posible realizar el diagnóstico de diferentes patologías en el feto, como el retinoblastoma o algunas malformaciones, mediante el uso del ultrasonido, que genera imágenes tridimensionales.
Durante este periodo, también es importante que la futura madre evite el contacto con sustancias que afectan el desarrollo cerebral del niño, como alcohol y drogas; con personas que transmitan infecciones como la rubéola, con gatos o perros que provocan toxoplasmosis, una infección parasitaria que durante el embarazo puede provocar prematurez o daño en la estructura ocular, sistema nervioso y oídos del bebé en desarrollo.
En la medida de lo posible, se debe evitar también que las mujeres embarazadas se expongan a rayos X o tomografías, pues son capaces de provocar alteraciones en el desarrollo del feto.
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