Aurora Cordero Pérez
El diputado electo del PRI, David Penchyna Grub, afirmó que el reto para la LXI Legislatura será integrar un Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2010, “austero” y que implique un “apretón al cinturón”, no sólo del Poder Ejecutivo, sino también del Legislativo y Judicial, al tiempo de que las partidas se etiqueten a obras de inversión.
El reto del paquete económico del año que entra, aseveró el priista David Penchyna, es lograr un presupuesto austero e invertir la mayor parte posible de los recursos a bienes de capital para romper la inercia recesiva de la economía y hacerla crecer, al tiempo de que se pronunció en contra de aprobar nuevos impuestos.
En ese sentido, refrendó el rechazo del grupo parlamentario del PRI a nuevos impuestos o al incremento de éstos. “Creo que aunar en cualquier nuevo impuesto o incrementarlos, es profundizar en un ciclo económico adverso, nadie sube impuestos cuando la economía decrece.
“Eso lo sabe hasta un estudiante de economía de quinto grado, me extraña que el Doctor (Agustín) Carstens no lo conozca, meter impuestos ahorita, es profundizar la recesión y hacer más difícil la salida del ciclo económico actual”, precisó.
Y en caso de tomar un déficit, alertó, debemos usar la imaginación y responsabilidad de etiquetarlo en obras de inversión que el día de mañana nos garanticen el retorno de la deuda adquirida.
“Creo que ha llegado la hora de apretarse el cinturón, tenemos el reto de construir un gobierno de la República austero y me pronuncio porque no sólo sea el Ejecutivo sino también el Legislativo y Judicial”, afirmó.
Penchyna Grub, especialista en temas económicos del PRI, lamentó que el Presidente Felipe Calderón se diera cuenta tardíamente que la austeridad es un principio básico de cualquier gobierno, además de que dijo, es de las primeras medidas que se hacen en una administración, no únicamente en tiempos de crisis.
Empero, descartó que los recortes deban afectar a todas las partidas destinadas al gasto corriente, ya que explicó: “se debe cuidar la calidad del gasto y revisar cuánto nos llevamos en gasto corriente malo, porque también hay gasto corriente bueno, como son los médicos, las enfermeras, los maestros que sí van a las escuelas”.
“Tenemos que apostarle a que el gobierno nos dé un margen de recursos para invertir en obra pública, que además de generar bienes y servicios, impulsen la mano de obra que hoy perdemos dramáticamente”, concluyó.
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