5 de agosto de 2009

Demuestra golpe en Honduras deficiencias en sistema: Zelaya

Ignacio Arellano Mora

El presidente de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, advirtió a los golpistas que la paciencia del pueblo se agota, llamó a la comunidad internacional, en especial a Estados Unidos, a rechazar con más energía el golpe de Estado en su contra.

Manuel Zelaya precisó que si el presidente estadounidense Barack Obama quiere acabaría con los golpistas "en cinco minutos".

Resaltó que el golpe de Estado en su país ha demostrado las deficiencias del sistema internacional y advirtió que de la próxima reunión de líderes de América del Norte deberá salir un pronunciamiento enérgico.

En el marco de un acto organizado por el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Honduras en el Teatro de la Ciudad, Zelaya Rosales culpó a la "derecha recalcitrante del acto delictivo de sacarme del poder con metralletas".

Asimismo, agradeció el apoyo del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard.

Las rechiflas se hicieron sentir cuando Manuel Zelaya confió en el apoyo de Felipe Calderón en la reunión de Guadalajara con Barack Obama.

“De esa plática dependerá la fuerza en que Estados Unidos tome decisiones efectivas en contra del golpe”, acotó.

Dijo que de “la plática que tenga el señor Obama, el presidente del país más poderosa de la tierra y de la potencia en donde están los problemas más grande que se le origina en las ciudades del mundo, también, las soluciones. En los Estados Unidos hay demócratas, sino no hubieran electo un hijo de un emigrante africano de piel negra”.

“Hay que reconocer que le presidente Obama llega con valores y buenas intenciones, vamos a ver si lo puede lograr. Si puede él vencer al mismo imperio que lo puso a gobernarlo”, dijo.

Más adelante, agregó, “con la plática que tenga con el Presidente Felipe Calderón Hinojosa en cuanto a los destinos de la nación latinoamericana deberán de estar observados por todo el pueblo de México y por los pueblos de América Latina para ver que resulta de esa plática, para revertir el golpe de Estado que es lo que quiere los pueblo de América Latina”.

Comentó: si el golpe de Estado se revierte vamos a aplaudirlo, sino lo vamos a señalarlo y denunciarlo, porque estamos perdiendo un derecho que no estamos dispuestos a depositarlo a manos de quienes se oponen a los cambios en nuestros países.

Durante su largo discurso en el Teatro de la Ciudad, en varias ocasiones fue interrumpido por las consignas expresadas por las diversas organizaciones que asistieron a escucharlo. “¡Zelaya, aguanta, tu pueblo se levanta!”, “¡repudio total al golpe militar!”, “¡Honduras sí, yanquis no”!”, “¡que viva la revolución bolivariana!”, en otras.

En su mensaje apuntó que “cada día que pasa se fortalece el autoritarismo, el militarismo y la autoridad ilegítima de los golpistas a fuerza de represión, pero cada día que pasa es más fuerte el pueblo hondureño y el pueblo latinoamericano en esta lucha”.

Expresó que “el poder está de nuestro lado y la razón está de nuestro lado. La voz del pueblo es la voz de Dios. Nosotros tenemos que luchar infatigablemente por estos propósitos”.

Miguel Zelaya manifestó que la solidaridad es la única arma que tenemos los pueblos para vencer a quienes nos oprimen y quienes nos exprimen permanentemente.

"Se lo advierto a las derechas recalcitrantes desde Washington hasta la Tierra del Fuego: no crean que somos tan ingenuos, estamos dispuestos a dar la lucha cívica pacífica, pero se nos agota la paciencia", indicó.

Señaló Zelaya a los golpistas que Honduras está de pie y luchando y que se equivocaron de país, de presidente, de pueblo y de siglo, pues hoy en día los pueblos pueden estar depauperados pero son conscientes.



LA OLIGARQUÍA SE EQUIVOCÓ

En tanto, argumentó que la oligarquía de su país se equivocó al sacarlo "con el tableteo de las metralletas" de su casa y de su patria, por la cual "estoy dispuesto a dar la vida, porque el pueblo de Honduras no está dispuesto a soportar el retorno de las armas".

En el evento estuvieron presente la senadora Yeidckol Polevnsky, vicepresidenta del Senado, Rosario Ybarra y Alberto Anaya, el diputado federal Armando Barreiro, entre otros.

Recordó que en estos 38 días que han pasado desde el golpe de Estado a diario se pregunta: "¿qué hice yo en tres años y medio de gobierno para que los viejos dinosaurios se volvieran a encarnar con fuerzas terribles, con voracidad y violencia?".

Declaró que las élites obstaculizan siempre las revoluciones pacíficas y por eso, cuando en su país avanzó la revolución social pacífica desde su gobierno, el "Estado burgués" se opuso a que se incrementara el poder ciudadano.

Reveló que la controvertida Ley de Participación Ciudadana, que tanto molestó al "Estado burgués" de su país, sólo buscaba darle al pueblo el derecho de consulta para ser parte de las decisiones económicas y políticas que le afectarían.

Sin embargo, a los brazos económicos, político, armado y hasta religioso de ese "Estado" les incomodó ese poder ciudadano que formaba parte del fortalecimiento de la democracia y por eso lo mandaron derrocar.

Inclusive informó que el general Romeo Vázquez Velázquez, jefe del Ejército, quien consumó el golpe, le dijo que la Junta de Comandantes había decidido perdonarle la vida, porque primero recibió la instrucción de matarlo.

EL PUEBLO TIENE EL DERECHO A DESOBEDECER

Exteriorizó que, de acuerdo con el Artículo 3 de la Constitución hondureña, el pueblo tiene el derecho a desobedecer a un gobierno usurpador y por ello "tenemos el derecho a resistirnos a la opresión con la insurrección".

Consideró de "ingratos, mentirosos y farsantes" a los golpistas. Añadió que "el origen del golpe es su ambición" e insistió en que Honduras y la comunidad internacional no permitirán que prospere.

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