Si alguien le tiene fe al IMSS; que calle para siempre.
Ha sido la “caja chica” de gobiernos priístas y panistas. O qué, ¿ya se olvidó que Vicente Fox dispuso de 20 mil millones de pesos del ahorro de los trabajadores, para liquidar el Banrural y fundar su entelequia de Financiera Rural?
Recuerde aquel desplante de cinismo y procacidad del hombre que mal gobernó a México por seis años: “Ahí les dejo mil millones de pesos, por si alguien reclama esos ahorros”.
El dinero de los trabajadores provenía del primer caudal que integraron a partir de 1992, con una parchada reforma a la Ley del Seguro Social que no dio arranque a las afores pero si integró importante “cochinito” que Fox se tragó en un taco.
Utilizó los fondos de los trabajadores para una acción que dio luz de cómo el esfuerzo del proletariado es capitalizado por los políticos.
Ahora, el IMSS se ha enmascarado como la gran tapadera del negocio de las guarderías y su director Daniel Karam entregó a la Comisión Permanente del Congreso en un CD la información requerida sobre los contratos de las mil 500 guarderías subrogadas por la institución a particulares.
Esa entrega electrónica, obvio, fue un intento más de retrasar la fluidez de la información demanda, luego de la tragedia de la guardería ABC de Hermosillo, donde 48 niños murieron bajo las llamas del siniestro.
Ahí salió a relucir el nombre del hermano del ex presidente, José Quesada Fox y el marido de Marta se puso como chirivisco, defendiendo al consanguíneo.
Y eso, es nomás la puntita del iceberg que es el IMSS en su conjunto, pues si usted es derecho habiente de la institución, no creemos que tenga buena imagen de ella.
Hay que recordar que el Presidente Calderón, en los tiempos en que Juan Molinar Horcasitas la dirigió exigió que se acabara con las “colas” y que no habría más rezagos en las consultas y en la hospitalización.
“No faltarán medicamentos al Seguro Social”, es una cantaleta de todos los tiempos desde que el tal seguro social nació con “cuadro básico” para curar a los pacientes.
En las guarderías, otorgadas a políticos y su parentela, no hay sustento legal para la subrogación del servicio, de acuerdo a lo señalado por el diputado perredista Javier González Garza, en la comparecencia en que el señor Karam fue acribillado. Sí hay, si se le rasca a fondo, tráfico de influencias y ejercicio indebido de la función pública. Delitos pues, en los que hay responsables.
De cualquier forma el oscuro negocio del IMSS en la subrogación del servicio, no debe quedar en el simple manejo mediático. No, sí la población derechohabiente –50 millones de mexicanos- exigen claridad, buen trato y, más que nada, seguridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario