24 de junio de 2010

Abuso sexual disfrazadas de cortejos, minimizadas por las autoridades: CDHDF

Aurora Cordero Pérez

En pleno siglo XXI, las mujeres aún enfrentan obstáculos para ejercer plenamente sus derechos fundamentales en el ámbito social, laboral, de salud y de justicia, denunció el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia.

“A pesar de los avances en materia de derechos de las personas, hay momentos en que se hace evidente la desigualdad, y el tema de los derechos de las mujeres es un claro ejemplo de ello”, enfatizó.

Durante las “Mesas de Trabajo de la Comisión de Equidad y Género para la Armonización de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Distrito Federal”, realizadas por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), aseveró que pese al extenso marco jurídico en materia de derechos para este sector, no se ha logrado bajarlo a la práctica.

En el Salón Benito Juárez de la ALDF, detalló que la Ciudad de México es una de las entidades con mayores avances en protección de los derechos de las mujeres; sin embargo, aún cabalga una masculinidad recalcitrante que cierra espacios a la equidad.

El ombudsman capitalino alertó sobre la existencia de prácticas recurrentes de acoso y de abuso sexual disfrazadas de cortejos, actitudes, dijo, minimizadas por las autoridades.

“No es el caso del Distrito Federal, pero sí en muchos estados del país nos encontramos con situaciones en las que es más penado robar una vaca que agredir a una mujer”, subrayó.

Reiteró que el reto es llevar a la práctica cotidiana los avances legislativos en esta materia, e institucionalizar la perspectiva de género.

“Todavía se ve como una rareza que las mujeres ocupen espacios públicos relevantes. De manera tal que es importante generar condiciones para que esa situación se normalice, para que dejen de aparecer como excepciones, para que además encuentren respaldo en políticas públicas dentro de las instituciones”, apuntó.

Calificó como inaceptable que los organismos públicos no cuenten con mecanismos para detectar situaciones como el acoso sexual, a fin de reaccionar de manera inmediata frente a este tipo de temáticas altamente sensibles.

“Con frecuencia nos encontramos casos en los que las personas acuden a la CDHDF a denunciar este tipo de actitudes, y la respuesta de las autoridades es que las mujeres son muy sensibles”, indicó.

El presidente de la CDHDF aclaró que la indiferencia de las autoridades es también una forma de violencia, pues es una actitud que minimiza, que niega, que victimiza, que aniquila el ser de las mujeres.

Una de esas autoridades, agregó, son los jueces capitalinos. “Un sector al que le cuesta trabajo entender la perspectiva de género, que la ley cuando no es vista con esta perspectiva es un agente victimizador masculinizante, y al quedar invisibilizada esa situación la justicia se convierte en un acto de institucionalización de la injusticia, de la inequidad”, enfatizó.

Reconoció que la lucha por los derechos de las mujeres es emblemática, y ha sido un ejemplo para lograr otras conquistas en materia de derechos ciudadanos.

“Este avance en materia de derechos de las mujeres es emblemático y tiene que pasar ahora a esa otra parte que es la de la institucionalización, que implica generar condiciones efectivas para que haya una equidad real, para que efectivamente hombres y mujeres tengamos acceso igualitario a todos los derechos”, concluyó.

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