Aurora Cordero Pérez
En nuestro país existen dos millones 300 mil niños entre los 6 y 14 años que no asisten a la escuela debido a que se encuentran en situación de calle, informó el diputado federal Carlos Alberto Puente Salas.
En un punto de acuerdo, presentado ante el pleno de la Comisión Permanente, Puente Salas señaló que esto representa un fenómeno de exclusión social provocado por la condición de pobreza de 40 millones de mexicanos, de los cuales 11 millones viven en condición extrema.
En este sentido, solicitó al Gobierno Federal y al del Distrito Federal un informe detallado sobre los resultados de sus programas destinados a ayudar a los niños y niñas en situación de calle.
También exhortó a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión se sume activamente en la integración y ejecución de estos programas, y solicita desarrollar conjuntamente estrategias para la construcción de alternativas sociales y de identidad, sostenibles a largo plazo para este sector.
Destacó que esta población es afectada por la adversidad económica, social y afectiva que vive el país, por lo que sus familias se ven obligadas a incorporar al trabajo a un número cada vez mayor de sus miembros, entre ellos los niños y los jóvenes.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), explicó, en nuestro país hay 459 mil niños entre los 12 y 14 años de edad que trabajan, de los cuales el 61 por ciento labora jornadas de más de 48 horas a la semana.
“Como todos sabemos, cada vez es más común encontrar en las calles y otros espacios públicos de los principales centros urbanos a un mayor número de niños, jóvenes y adultos realizando diversas actividades orientadas a satisfacer sus necesidades de ingreso, vivienda y socialización”.
El empobrecimiento constante de las familias ha creado condiciones de violencia intrafamiliar y abuso sexual hacia niños, niñas y jóvenes, lo que provoca que miles de menores busquen “refugio” en las calles, donde sufren los efectos de la exclusión social.
Los problemas más comunes que enfrentan estos niños y jóvenes son traumatismos físicos e infecciones parasitarias, mientras que 80 por ciento consume algún tipo de droga y la actividad sexual comienza a edades tempranas, por lo que los embarazos en adolescentes son muy frecuentes.
“Son producto de crisis recurrentes de la economía, son jóvenes que han vivido una ruptura total o parcial de los lazos familiares y que buscan sustento y pernoctan en espacios públicos dedicándose a actividades de subempleo, a la mendicidad, y en muchos casos a la prostitución”, enfatizó.
Reconoció que cada vez hay más programas que buscan formas de abordar a los niños en situación de calle, con el objetivo de modificar las relaciones en las que se insertan y reconstruir paulatinamente una identidad diferente a la que mantienen.
Al respecto, mencionó que el Gobierno del Distrito Federal, así como el Gobierno Federal cuentan con los programas “Atención a niñas, niños y jóvenes en situación de la calle” y “De la calle a la vida”, respectivamente, los cuales tienen como objetivo modificar sustancialmente las condiciones de vida de la población de la calle, así como también el prevenir esta situación.
Pero recalcó que si bien desde esta perspectiva se van construyendo modelos que ayudan a regenerar a los menores, existen evidencias de que hay programas que terminan por reforzar su estancia en las calles.
“Nos preocupa de manera alarmante este problema de salud pública y pedimos que existan programas para brindarles abrigo, alimento, cariño, comprensión y valores para que no vuelvan a la calle”.
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