Ignacio Arellano Mora
El comportamiento demográfico de la población indígena se caracteriza por el inicio temprano de la maternidad, el reducido espaciamiento entre los hijos y una elevada fecundidad.
Asimismo, la población indígena asciende a 13.7 millones de personas, de las cuales 6.7 son hombres y 6.9 son mujeres. Asimismo, las entidades con mayor número de indígenas son Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Yucatán y Puebla, con un total de 7.3 millones.
Por otro lado, estimaciones recientes indican que las mujeres hablantes de alguna lengua indígena inician su maternidad a los 19.8 años, 1.6 años menos que las no hablantes de lengua indígena.
De igual forma, las mujeres hablantes de lengua indígena usuarias de algún método anticonceptivo alcanzan 52.4 por ciento, en comparación con 72.2 por ciento para el resto de la población femenina.
El Consejo Nacional de Población (Conapo), dependiente de la Secretaría de Gobernación, señaló, aunque la tasa global de fecundidad para los indígenas es mayor al de la población no indígena; la brecha entre un grupo y otro es de sólo medio punto, esto como consecuencia de los esfuerzos en educación y comunicación en temas de salud sexual y reproductiva enfocados a este grupo.
Por otra parte, la tasa de mortalidad infantil de la población indígena es 60 por ciento mayor que la de la población no indígena.
Estas cifras se reflejan en la actual esperanza de vida de los indígenas mexicanos, que es de 73.8 años, y que a pesar de ser 1.5 años menor que el promedio nacional, ha ganado 1.8 años respecto a la registrada en 2000.
De igual modo, el panorama por sexo muestra un avance importante. Se espera que los varones indígenas que nacen actualmente vivan en promedio 71.2 años, dos más que en 2000; sin embargo, es casi dos años menor que el de los hombres no indígenas. Las mujeres, por su parte, han ganado 1.5 años respecto a lo registrado hace nueve años.
Las poblaciones indígenas constituyen la principal fuente de riqueza del mosaico cultural mexicano y son un referente fundamental de la identidad nacional.
Para que la diversidad cultural contribuya al desarrollo regional y nacional es impostergable que los pueblos indígenas participen plenamente de la vida económica, política, social y de los beneficios del desarrollo.
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