Ignacio Arellano Mora
A fin de dar certeza y mantener independencia y autonomía al Poder Legislativo, el financiamiento a las campañas de los candidatos a diputados y senadores, debe continuar siendo con recursos públicos, pero por debajo de lo que actualmente se destinan para este propósito, afirmó el legislador federal Agustín Guerrero.
Precisó que durante las campañas políticas, se destina un excesivo gasto de recursos públicos, y eso, desde luego, molesta y lastima a la población, por lo que es necesario revisar este aspecto el cual no debe ser soslayado.
Tenemos que revisar todo el sistema electoral como parte de la Reforma Política que será uno de los temas que el PRD habrá de tratar en Segundo Periodo de Sesiones de la LXI Legislatura que iniciará el próximo lunes, anunció.
Un aspecto que se debe revisar con mucho cuidado, es el relativo a los recursos privados que llegan a las campañas políticas, con lo que se corre el riesgo de que sean los empresarios los verdaderos legisladores, pues en el Congreso, como lo hemos podido ver, tienen a sus “representantes”, a sus “muñecos de ventrílocuo”, aseguró.
Guerrero, secretario de la Comisión del Distrito Federal dijo que estos dos temas son de primera importancia, por lo que consideró que la Cámara de Diputados debe revisarlos y discutirlos a fondo en todo un paquete que permita estudiar junto con los con los consejeros del IFE las posibles reformas al Código Federal Electoral.
Destacó que los partidos y los candidatos reciben durante los procesos electorales, recursos oficiales bastante altos, a los cuales se debería hacer un ajuste a la baja, además de tener mecanismos, de rendición de cuentas.
Recordó que en el 2004, en la reforma que se alcanzó, se estableció como un tope máximo de financiamiento para los partidos, que no para los candidatos, del diez por ciento de los “particulares”, entendiéndose como particulares a los afiliados de los partidos que deben hacer su aportación respectiva.
Desde entonces está cancelada cualquier contribución de personas morales, e decir, de empresas. La aportación de un particular a un partido político, está establecido, no puede ser más allá del 0.1 por ciento del total que ese partido va a realizar durante un año.
Es por ello que rechazó los intentos de algunos legisladores que buscan se apruebe aportaciones privadas, con lo que “se corre el riesgo de vender la conciencia, de vender la independencia de un legislador, que a la hora de tomar decisiones, en lugar de pensar en la comunidad, en las necesidades de la población, tenga comprometido su voto a favor de quienes financiaron su campaña.
Igual, agregó, “se deben encontrar mecanismos que permitan detectar los posibles desvíos de recursos públicos a campañas”.
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