23 de junio de 2009

Mujeres

Para las elecciones intermedias que van a renovar los 500 asientos de la Cámara de Diputados, los partidos políticos escogieron como abanderados a un porcentaje de mujeres, muy superior a la cuota que discriminatoriamente le tenían asignado al género femenino.

No se da la igualdad ni a tiros, pero de que hay avance, hay avance.

Los institutos, los ocho que le entran a la disputa por el poder en el Palacio de San Lázaro, en la mayor parte de los casos en que lo hicieron, va, desde luego, el interés de buscar el voto no tanto de las congéneres de la candidatas, si no de los hombres, sobre todo de los que rebasan los 50 años.

Y es que, para expresarlo en términos coloquiales, hay candidatas de no malos bigotes que tienen lo suyo y que, luciendo sus atractivos en sus campañas, por muy tristes y desangeladas que están resultando, seguramente ya convencieron a más de uno.

He tenido oportunidad de ver los espectaculares y mantas que chorrean en los postes de luz y ahí, la verdad sea dicha, hay de todo como en botica: rubias, pelirrojas, de pelo negro y castaño. Eso sí, ninguna muestra canas y todas se ven, fotogénicamente hablando, bien, bastante aceptables.

Desde luego, hay que aceptar que las fotografías que las muestran en su propaganda política, son de estudio. Pero eso no importa, el elector las ve bonitas, guapas y eso es suficiente.

Por lo menos, adornan ese entorno urbano que, usted sabe, los candidatos afean y desmeritan con su propaganda. Son miles de toneladas lo que pesan esos colgajos que las autoridades municipales, según reza el Cofipe, deberán empezar a desmontar el 6 de julio, un día después del domingo de elecciones.

En el Periférico, entre los espectaculares que le inundan, se ven los contrastes de la propaganda política de una bella candidata y aquellos que muestran a otras mujeres, no menos hermosas, pero en bikini, promoviendo equis línea de lencería.

No están lejos, a lo mejor, los tiempos en que la ley electoral permita al género femenino, en propaganda política electoral, lucir su palmito en prendas menores.

Frente a la amable propagada femenina, por lo menos para la vista, sobre todo por parte del Verde, que presenta los mejores y más jóvenes rostros, brinca la tosca imagen del candidato del PAN a la presidencia municipal de Tlalnepantla que además ofrece algo que no va a poder cumplir: “Segundo piso si cuotas de cobro”.

Con tal garlito, engaña a la ciudadanía, porque el Viaducto Bicentenario que inició el gobernador Enrique Peña Nieto, es construido con capital privado que firmo contrato de concesión en el que, obviamente, se fijan las condiciones del peaje.

También, y tan torpe como este compromiso, arrastra otro: “Seguro contra robo de casa”. ¿Cómo?, se pregunta uno. ¿Cómo puede aspirar a gobernar alguien que no vaya al origen, que no vaya a combatir los asaltos a casas? Seguros, quién los va a pagar, ¿la presidencia municipal o los particulares? Por Dios, ese candidato panista está mafufo.

No hay comentarios: