Debatitis aguda

JUAN CHAVEZ

Por la rendija de internet, al fin se impuso su voluntad de debatir.

Con un deseo irrefrenable, que más bien pareció acelerada pasión, el alfil de Los Pinos saltó a la palestra por la candidatura presidencial del PAN.

Ernesto Cordero dejó la Secretaría de Hacienda y en ese momento mismo grito a los cuatro vientos:

“Reto a Enrique Peña Nieto a un debate”.

Incluso, llegó a hacerlo cuando aún despachaba al frente de esa dependencia del Ejecutivo.

En su necedad, hablaba no de fijar posturas electorales, según él, si no ideas, conceptos, sobre lo que cada uno “entiende y quiere para el futuro”.

Así de falaz y de simplista se mostraba el ex funcionario y hoy pretenso de la mano de doña Leonor, vía la divisa azul, junto con Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel.

Hay que recordar que a ese desafío por debatir se sumó Marcelo Ebrard, cuando igualmente sonaba para ponerse el saco de las izquierdas… que finalmente se cuadró Andrés Manuel López Obrador sin saberse todavía, claro está, si no habrá de quedarle grande.

Faul, faul, le gritaban una y otra vez sus propios camaradas del partido azul al señor Cordero que, a como diera lugar, quería debatir.

Lo tiro de a león Peña… y entonces se refugió en la escuadra que la busca por el panismo y ni ahí encontró eco.

El CEN del PAN que comanda Gustavo Madero, por conducto de uno de sus órganos, le dijo a don Cordero que nones, “que no se podía debatir” porque ni siquiera la precampaña, ha comenzado formalmente.

El IFE se ha mantenido en prudente silencio. Es lo congruente. ¿De qué valdría haber establecido, conforme a la ley, los tiempos de precampaña y campaña? Sobre todo, el acortamiento de los tiempos electorales, serían tirados a la basura, regresaríamos la era de piedra de la democracia mexicana que avanza lentamente.

A insistencia de Cordero, no obstante, sí habrá debate, pero “por esa rendija” de internet, todavía desafortunadamente no regulada por la ley.

Este lunes pues, comenzará ese debate por la moderna herramienta que es mentarse la madre y no saber siquiera quién realmente es el “buscabullas”.

Don Gustavo tuvo que aventarse una agenda temática para que los “tres mosqueteros” del PAN que quieren ser candidatos, se echen su partido de “futbolito” en la red.