Las
prostitutas se podían encontrar en los cruces
de caminos. Éstas ofrecían de beber a los hombres, lo cual debían rechazar.(Códice Florentino 1979: lib. X, cap. XXVI, fol. 70r). |
u Este miércoles, a las 19 horas, se dará una charla sobre el tema en el
CCU Tlatelolco
“A
lo largo de la historia la prostitución se ha visto y definido de múltiples
maneras. En algunas sociedades fue una actividad ritual reconocida, mientras
que en otras implicaba un intercambio económico y un desprestigio para quien la
ejercía”, señaló la coordinadora del Museo de Tlatelolco, la arqueóloga
Lucía Sánchez.
Los mexicas hacían una distinción entre
aquellas personas que se prostituían como parte de un intercambio económico,
prostitutas civiles o públicas, y las que tenían un rol ritual y eran acompañantes
de los guerreros, denominadas Ahuianime.
De las prostitutas se
decía que eran vanidosas pues se ataviaban y adornaban excesivamente (Códice Florentino 1979: t. III, lib. X, cap. XV, fol. 39v). |
Precisó Lucía Sánchez que “nuestra propuesta como museo es no quedarnos
en el lugar común, sino profundizar en diversos aspectos de nuestro pasado
prehispánico. La cultura no debe ser estática, es importante que sea analizada
constantemente”.
La coordinadora del Museo de Tlatelolco,
la arqueóloga Lucía Sánchez, impartirá la charla “Ahuianime, alegradora, buscona, coscolina, perdida, piruja, güila,
cusca: prostitución durante la época prehispánica y el virreinato”, se
celebrará este miércoles, a las 19 horas en el Centro Cultural Universitario
Tlatelolco.
El oficio más antiguo del mundo no fue
ajeno al México prehispánico. Con el fin de dar luz sobre un tema un tanto
desconocido de nuestra historia, tendrá un evento que girará en torno a la
prostitución en aquel tiempo.
Fray Bernardino de Sahagún menciona que,
según las creencias de los antiguos nahuas, las mujeres que nacían bajo el
signo dedicado a Xochiquétzal, ce xóchitl o “1-Flor”, podían seguir una de las
dos vías que patrocinaba la diosa del amor: si eran muy devotas podrían llegar
a ser buenas amas de casa y tener talento para el hilado, pero en caso de no
hacer penitencia serían viciosas de su cuerpo y lo venderían.