1964-2015. TLATELOLCO
21 de
noviembre de 2015. Tlatelolco cumple 51 años de existencia a pesar de las
circunstancias; de intereses de funcionarios, partidos políticos, terremotos,
negligencias y abusos de quienes ostentan o presumen tener el control de la
política. De quienes creen que la dialéctica es para alardear y
ondear la bandera de algún partido político.
Es
natural buscar una calidad de vida mejor para sus familias, pero cuando es
mejorar el entorno, surge la discrepancia y más sí se pertenece a una
organización o partido político. El teje y maneje por dar solución a los
problemas ante las autoridades no es fácil para los habitantes de la Ciudad de
México y ni se diga para los tlatelolcas.
En una
pluralidad, se debe ser tolerante y llegar a un común acuerdo -aunque en
algunos casos- surge la competencia, la envidia y sin lugar a dudas el
beneficio propio. Fue en el caso después de los sismos del 85, partidos
políticos quisieron colgarse de la lucha de los damnificados. La fama, el
reconocimiento y los reflectores.
Actualmente
la Unidad requiere mucha atención, existen necesidades prioritarias para una
situación grata, tranquila.
Es
necesario un programa de Protección Civil donde se implemente simulacros y en
presencia de un sismo debe cambiarse la mentalidad y la actitud porque la
alarma sísmica más allá de alertar incrementa el pánico y, en particular,
significativamente en los adultos mayores. Además, señalar y especificar zonas
de resguardo y posibles albergues.
Por otro
lado, la preocupante inseguridad en la Unidad. Atención en las zonas de
conflicto; a saber, el jardín Santiago, el tramo de la avenida Reforma, la
explanada peatonal frente al Metro Tlatelolco y el jardín La Pera. El
corredor sobre avenida Manuel González, la cual va de Eje Central a la Avenida
de Los Insurgentes.
Y hacia
el interior, de los inmuebles, una revisión en sus entrañas, de la red
hidráulica, gas y eléctrica; de los más de 51 años, para saber
si las décadas no han hecho mella en ellas.
El
seguimiento de las obras inconclusas, se finiquiten con buenos resultados
–reiterando- la red hidráulica. Y, los cuadros de juegos infantiles.
Es
indudable festejar, como el año anterior, pero antes cubrir las necesidades y
requerimientos necesarios para la lograr una estadía pacífica.
Y ¿por
qué no? Festejar cada año con actividades culturales, gastronómicas y
deportivas para las colonias vecinas y tlatelolcas, de tal forma, hacer una
convivencia solidaria que fortalezca el arraigo y el susodicho “tejido
social”.
Hoy a 51
años, reflexionemos y sigamos participando –teórica y prácticamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario